En nuestra entrada más reciente tratamos de desentrañar los retos, y posibilidades, que se nos han presentado seguir a personajes históricos en tiempos del COVID-19. En particular, nos dimos a la tarea de separar los hitos vitales, documentados en los archivos, de los mitos que han moldeado la imagen de nuestro particular ‘Wally’, Antonio de Benavides, desde finales del siglo XVIII. En esta entrada volvemos a utilizar fuentes digitalizadas, pero volcando nuestra atención al uso de documentos de archivo. Si bien las circunstancias actuales nos han imposibilitado el acceder a muchos de los repositorios que teníamos pensado visitar, las mismas nos han llevado a trabajar con colecciones digitalizadas a las que, de otra forma, no les habríamos prestado la misma atención. Así pues, la documentación digitalizada en repositorios como la Biblioteca Digital Hispánica (BDH)  nos ha permitido explorar la carrera de Benavides en relación con su movilidad atlántica, su experiencia de gobierno, y los nuevos proyectos para la gobernanza imperial. Con ello, buscamos desentrañar algunas de las experiencias vitales de Benavides más desconocidas para la historiografía actual, y más interesantes para nuestra investigación: su forma de entender y practicar el gobierno en Florida, Veracruz y Yucatán.

Los primeros pasos de la itinerancia atlántica de Benavides

Como mencionamos anteriormente, entre 1692 y 1714 la vida de Antonio de Benavides se desarrolló entre las islas Canarias, Flandes y la península ibérica. Nuestro Wally finalmente cruzaría el Atlántico en 1717, como gobernador de Florida, para regresar a Europa cuarenta años más tarde. Durante este periodo, Benavides cumplió dos mandatos consecutivos como gobernador en Florida, antes de desplazarse a Veracruz en 1732, y de allí a Yucatán en 1743.

Pese a que había diferencias significativas entre estas provincias americanas, las tres eran consideradas puntos estratégicos. En 1740, el secretario de despacho de Marina e Indias, José de la Quintana incluyó a los gobiernos de Florida, Veracruz y Yucatán, en una lista de provincias que merecían especial atención por parte de la corona dado que sus ‘puertos y costas pueden ser invadidos o hacerse por ellas el comercio clandestino de extranjeros.’[1] La amenaza militar y comercial que representaban otras potencias europeas, particularmente los británicos, así como la importancia del ‘contrabando’ para las economías hispano-atlánticas, hicieron que dichas provincias fueran percibidas desde Madrid como ‘espacios de frontera’ de importancia clave para el mundo hispano de los primeros Borbones.[2] Desde 1712, la corona española venía demostrando una predilección por poner al frente de dichas regiones a hombres que, como nuestro Wally, se caracterizaron por una extensa experiencia militar.[3]

‘Foir de Porto Bello’ en Nouvelle relation, contenant les Voyages de Thomas Gage dans la Nouvelle Espagne. Amsterdam, 1720. V. 2 P.334 ©John Carter Brown Library.

Al acabar la Guerra de Sucesión, muchos oficiales militares se encontraron subempleados, con salarios reducidos, y con pocas expectativas de progresión profesional. Tal fue el caso de Benavides cuando se redujo el contingente de tropas y oficialidad de la guardia de corps. Al verse sin tropas que mandar y con su sueldo reducido a la mitad como ‘exempto reformado’, nuestro Wally optó por solicitar un nombramiento como capitán general de Portobelo. El puerto panameño, término de los ‘galeones’ (la flota que comerciaba entre Sevilla y el Perú), venía perdiendo importancia estratégica desde finales del XVII, a medid que la llegada de la flota se volvía más esporádica. En palabras de un autor anónimo coetáneo de Benavides que se proponía aconsejar a oficiales militares en busca de empleos americanos, lejos de ser un destino atractivo, ‘Portobelo [era] un brasero en el que se queman las gentes […] y así es sepultura de españoles, aunque procuran detenerse allí lo menos que pueden.’[4] . Así pues, la solicitud de Benavides se debe entender en un contexto de desmovilización militar y escasez de perspectivas profesionales. No es de sorprender que, cuando su petición fue rechazada, nuestro Wally optó por abandonar Madrid y regresar a Tenerife, quizá pensando que en la isla sería más fácil vivir con la corta paga de oficial reformado.

Benavides se encontraba pues en las Canarias cuando, en 1717, fue nombrado gobernador de la Florida.[5] El autor anónimo mencionado anteriormente describía este gobierno como un destino aún menos atractivo que Portobelo, calificándolo de ‘marchito y poco apetecido’. Destacaba, sin embargo, como su única cualidad positiva el que se trataba de un puesto desde el que un militar habilidoso podía acceder a destinos más atractivos como Cartagena de Indias.[6] Benavides no acabaría en la actual Colombia, pero alcanzaría el gobierno de Veracruz que era similar en cuanto a importancia y oportunidades. Pero no todos los gobernadores de Florida seguían ese camino, por lo que cabe hacerse la pregunta de ¿qué hizo nuestro Wally en su primera gobernación para merecer el eventual ascenso?

Florida, Benavides, y la gobernanza hispanoamericana

Cuando comenzamos nuestra investigación, sabíamos poco sobre las aventuras de Benavides en Florida. Nuestros planes originales incluían viajes a Sevilla, Gainesville y San Agustín, buscando reconstruir sus primeras experiencias de gobierno en distintos repositorios documentales. Desgraciadamente, ante la imposibilidad de viajar como resultado de la pandemia, nos hemos visto obligados a explorar otras opciones. Entre ellas, nos hemos podido beneficiar del extraordinario trabajo de digitalización de guías de investigación y fuentes primarias llevado a cabo por bibliotecarios y archivistas a ambos lados del Atlántico en instituciones como la Biblioteca Nacional de España, la biblioteca de la Universidad de Florida o la Biblioteca John Carter Brown.[7]

Por ejemplo, el catálogo digital de la Colección John B. Stetson Junior, de la Universidad de Florida, nos ha permitido darnos una buena idea de los asuntos a los que se enfrentó Benavides durante su estancia en San Agustín: un clero faccioso y malcontento,[8] frecuentes retrasos y reducciones en el pago del situado que la Florida recibía de Puebla, en la Nueva España, y funcionarios locales de los que no siempre se podía confiar. Pero lo que más ocupó a nuestro Wally durante esos años fue la amenaza que representaban los ingleses de la Carolina y las difíciles relaciones con los grupos indígenas de la región, quienes habilidosamente manipulaban las tensiones entre las dos potencias enemigas para su propio beneficio. En este contexto, Benavides demostró un especial interés en la provincia de Apalache, y las actividades que desarrolló en relación a ella apuntan a importantes diferencias con otros oficiales militares que se convirtieron en gobernadores itinerantes, como otro de los sujetos que estudiamos: Alberto Bertodano.

‘Papeles para la historia de Florida. Tomo 1’, Biblioteca Nacional de España, Mss. 19508

Distintos gobernadores de la Florida habían insistido en la necesidad de fortalecer la presencia española en Apalache. Para contrarrestar la presencia francesa, y después inglesa, en la región se pidieron repetidamente mejores fortificaciones, más tropas y colonos españoles. Los ‘Papeles para la historia de Florida’, son un conjunto de manuscritos sobre la Florida colonial, recopilados por el historiador Pascual de Gayangos a finales del siglo XIX, dan una idea particularmente clara de la importancia estratégica de la Florida en su conjunto y de la provincia de Apalache en particular.[9] Destacan entre éstos papeles una carta de Benavides a José Patiño, Secretario de Estado de Felipe V, y un documento en el que nuestro Wally describe el potencial de la provincia y sus necesidades defensivas. Benavides apela a su conocimiento de primera mano de la zona fronteriza y a su práctica como gobernador de la provincia.

La documentación de la Colección Stetson refuerza no solo la importancia de un conocimiento práctico, arroja luz sobre cómo desarrollo Benavides sus impresiones sobre el Apalache. Su primeras noticias sobre la región derivan de la correspondencia de nuestro Wally con el capitán de deteriorado fuerte de San Marcos del Apalache, hoy  San Marcos de Apalache Historic State Park, en la cual se insiste sobre la necesidad de reforzar la fortaleza. Desde un principio, Benavides reiteró las demandas hechas por sus predecesores de que se enviaran familias de colonos españoles para poblar la región: sólo así se lograría pacificar el camino real de San Agustín a San Marcos, se reforzaría la labor misional y se disuadiría a los ingleses de asentarse en la zona. Pero lo que diferenció la propuesta de Benavides desde el primer momento fue la recomendación de usar inmigrantes canarios, en vez de gallegos, argumentando para ello que sería más barato transportarlos, y que las familias insulares estaban ya acostumbradas a los rigores de la vida y el trabajo en un clima tropical. Estas ideas se vuelven a plantear en la carta a Patiño conservada en la Biblioteca Nacional de España.

Plano de la fortaleza de San Marcos del Apalache, Florida. 1795. Biblioteca y archivos estatales de Florida

Durante los quince años que pasó en Florida, Benavides no cejó en su empeño de desarrollar colonias de canarios. Sin embargo, irónicamente, éste canario escribió repetidas veces a Madrid pidiendo su traslado, argumentando lo inhospitable del clima, su pobre salud o su falta de talento para gobernar la provincia. Pese a esto, la corona le prorrogó el gobierno en dos ocasiones consecutivas (1722 y 1727). Lo que finalmente distinguió a Benavides y sus recomendaciones de las de sus predecesores, convenciendo a Madrid de ponerlas en práctica, fue que en 1731 nuestro Wally se convirtió en el primer gobernador de la Florida en visitar en persona la provincia de Apalache. Benavides se embarcó en este viaje junto a los ingenieros militares Carlos Blodeaux y José Tantete, y recogió sus observaciones sobre la provincia en el documento que mandó al rey en febrero de 1732. La ‘explicación individual del terreno que se escogió para la fortaleza y población que se ha de hacer en provincia de Apalache’[10] recuerda al conocido informe escrito por de Bartolomé Tienda de Cuervo en 1734 basado en su conocimiento ‘practico’, y que sirvió un par de años más tarde como base para la restauración del virreino de la Nueva Granada.[11]

La habilidad de Benavides para escribir ensayos ‘prácticos’

La ‘explicación individual’ de Benavides parece haber marcado un punto de inflexión en la carrera de nuestro Wally; unos meses después de que el texto llegó a España, Benavides finalmente recibió una respuesta positiva a su solicitud, enviada desde 1725, de ser trasladado a otro destino. En diciembre de 1732, Benavides fue ascendido a gobernador político-militar de Veracruz, convirtiéndose en la autoridad máxima de la ciudad al combinar los cargos de corregidor de Veracruz y comandante de la fortaleza de San Juan de Ulúa.[12]

Desde el puerto novohispano, nuestro personaje siguió aconsejando a la corona y el consejo de Indias sobre la necesidad de reforzar las fuerzas y presencia hispanas en Florida, asunto que había adquirido nueva relevancia tras la fundación de la colonia británica de Georgia en 1733.[13] Así pues, otro documento digitalizado de la BNE,  demuestra que el 24 de abril de 1738, a petición del consejo, Benavides redactó un nuevo ensayo sobre Florida, insistiendo en la importancia de colonizar la provincia con familias canarias. Este ensayo forma parte de un volumen llamado ‘Papeles varios’, el cual perteneció a otro de los protagonistas que nuestro proyecto de investigación, Antonio José Álvarez de Abreu. El volumen contiene varias consultas redactadas por el propio Álvarez de Abreu durante el tiempo en que fue miembro del Consejo de Indias. La primera de éstas, fechada en julio de 1739 cita repetidamente el reporte de Benavides de 1738 y terminaría por sentar las bases sobre las que se implementó el proyecto de colonización canaria en Florida.

Ex-libris de Antonio José Álvarez de Abreu. Carta del Consejo de Indias al Rey en julio de 1739. ‘Papeles varios’. Biblioteca Nacional de España, Mss. 13979

La experiencia de Benavides en espacios fronterizos amenazados por la presencia británica, la organización colonial y la explotación de recursos naturales del mundo hispanoamericano terminó por abarcar contextos más allá de Florida. Tras nueve años en Veracruz, la práctica de gobierno y las reflexiones para la gobernanza hispana lo llevaron a ser promovido a la gobernación de Yucatán, dónde sirvió entre 1743 and 1751. Poco tiempo después de regresar a España, Benavides volvió a ofrecer su conocimiento práctico, pero en esta ocasión al influyente Marqués de la Ensenada, Ministro de Indias, acerca del mejor modo de controlar las actividades británicas dirigidas a la extracción ilícita de palo de Campeche. Entre los ‘Papeles referentes al Marqués de la Ensenada y otros documentos’, otro de volumen de manuscritos digitalizados en BNE, se encuentra un ambicioso plan económico que busca colocar al imperio español como el principal abastecedor de palo de Campeche de los mercados europeos, basado en parte en las recomendaciones de Benavides. El proyecto no llegaría a buen puerto, pero para entonces la reputación de Benavides como experimentado consejero en asuntos de gobernanza americana estaba más que consolidada. Incluso lo acompañaría hasta su jubilación en Tenerife desde donde, en 1753, Benavides encabezaría los esfuerzos para el establecimiento de una compañía de comercio canaria, la cual tampoco llegaría a configurarse.[14]

‘Proyecto para establecer el método y práctica de cortar el palo de tinta en la provincia de Yucatán o Campeche’ en ‘Papeles referentes al Marqués de la Ensenada y otros documentos’, Biblioteca Nacional de España, Mss. 1962.

En este post hemos utilizado lo que a primera vista puede parecer documentación digital dispersa, pero ésta nos ha ayudado a desvelar algunos de los aspectos menos conocidos, y más interesantes, de la trayectoria de Benavides como gobernador itinerante. Los informes y cartas de Antonio de Benavides a José Patiño, Antonio Álvarez de Abreu o el Marqués de la Ensenada nos han llevado a redescubrir a nuestro Wally como un oficial militar avezado en asuntos de gobierno, que logró plasmar su experiencia en varios puntos del mundo hispano en textos ‘practicos’. Pese a que no hemos incidido en el papel de las redes sociales y de patronazgo que conectaban a Benavides con la corte, es indiscutible que nuestro Wally, al igual que los ‘burócratas’ hispanoamericanos estudiados por Víctor Peralta Ruíz, se benefició de sus lazos con Patiño, Ensenada o el Conde de Salazar. Benavides había servido bajo este último en las guardias de corps, ambos se mantuvieron en contacto a través de los años, incluso cuando Salazar llegó a estar a la cabeza de la casa del príncipe de Asturias.[15] Pero Benavides logró potenciar estos contactos gracias a su ‘capacidad de producir textos de suma utilidad para los intereses personales de [los] secretario[s] y de la propia monarquía hispánica.’[16] Los textos útiles escritos por Benavides contribuyeron a transformar el mundo hispano de los primeros Borbones, alimentando ideas y proyectos de gobernanza imperial y oportunidades de progresión social y profesional a su autor.

Benavides mismo fue muy consciente de la importancia que su conocimiento práctico del gobierno de la Florida, y del Apalache en particular, tuvo en la progresión de su carrera profesional. Tan es así, que en 1763 nuestro Wally afirmó que Felipe V le había concedido el título de Marqués del Apalache, en reconocimiento a su labor para la restauración del fuerte de San Marcos, y reclamaba para sus herederos el derecho a nombrar al castellano de dicho fuerte.[17] Nuestros intentos por rastrear estas concesiones no han producido resultados, lo que sugiere que quizá se trató más de un proceso de autorepresentación, o que la memoria comenzaba a jugarle trucos al, para entonces, octogenario canario. Así pues, si bien comenzamos nuestro análisis de las fuentes digitales con la pregunta ¿dónde estuvo nuestro Wally?, las dos últimas entradas de este blog nos han llevado a cambiar esta pregunta por otra: ¿quién fue en realidad Benavides?

Notes

[1] AHN, Codices, leg. 753, no. 212, ff. 268r-269v and 271v-272r.

[2] (Grahn 1997; Cromwell 2018; Ponce Vázquez 2020)

[3] (Eissa-Barroso 2013)

[4] BNE, Mss/1262, f. 3r

[5] BNE, Mss/19508, f. 86

[6] BNE, Mss/1262, f. 11v

[7] Nuestro más sincere agradecimiento por la ayuda prestada por James Cusick, curador de la John B. Stetson, Jr. Collection, desde la distancia.

[8] Pueden verse algunas referencias sobre el papel de Benavides en el juicio del franciscano fray Blas Pulido en Florida en el artículo de Isabel Arenas Frutos. (Arenas Frutos 2014)

[9] La atención que las autoridades imperiales españolas y británicas concedieron a las prácticas de gobierno en el l territorio entre la actual Tallahassee, el golfo de México y el este de Florida, has sido destacadas por historiadores americanos. (White 2002; Oatis 2004; Bossy 2018)

[10] BNE, Mss/19508, ff. 131r-132r

[11] (Eissa-Barroso 2016a, 236–48)

[12] (Eissa-Barroso 2016b)

[13] (Wilson 2015)

[14] (Morales Padrón 1955, 86–89)

[15] P.K. Yonge Library of Florida History (UFL), Stetson Collection, BND 5243 ‘Benavides to Conde de Salazar, St Augustine, 15 Oct 1728’. We are very grateful to Dr James G. Cusick for providing us with digitised copies of this and many other documents in the P.K. Yonge Library’s special collections.

[16] Peralta Ruiz, 2006, p. 253.

[17] AGS, GM, Exps. Pers., L. 7, ‘Benavides to Arriaga, Tenerife, n.d. [ca. 1753]’.

Bibliography

Arenas Frutos, Isabel. 2014. “El franciscano fray Blas Pulido y su informe sobre la Florida (1722): sublevaciones indígenas y martirios.” Semata: Ciencias sociais e humanidades, no. 26: 509–30.

Bossy, Denise I. 2018. The Yamasee Indians from Florida to South Carolina.

Cromwell, Jesse. 2018. The Smugglers’ World: Illicit Trade and Atlantic Communities in Eighteenth-Century Venezuela. Williamsburg, Virginia: Omohundro Institute of Early American History & Culture.

Eissa-Barroso, Francisco A. 2016a. The Spanish Monarchy and the Creation of the Viceroyalty of New Granada (1717-1739): The Politics of Early Bourbon Reform in Spain and Spanish America. Leiden ; Boston: Brill.

Eissa-Barroso, Francísco A. 2016b. “De corregimiento a gobierno político-militar: el gobierno de Veracruz y la ‘militarización’ de cargos de gobierno en España e Indias durante los reinados de Felipe V.” Relaciones. Estudios de historia y sociedad 37: 13–49.

Eissa-Barroso, Francísco A. 2013. “‘Having Served in the Troops’: The Appointment of Military Officers as Provincial Governors in Early Eighteenth-Century Spanish America, 1700-1746.” Colonial Latin American Review 1: 329–59.

Grahn, Lance. 1997. The Political Economy of Smuggling: Regional Informal Economies In Early Bourbon New Granada. Boulder, Colorado: Avalon Publishing.

Morales Padrón, Francisco. 1955. El comercio canario-americano (siglos XVI, XVII y XVIII). Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-Americanos.

Oatis, Steven J. 2004. A Colonial Complex: South Carolina’s Frontiers in the Era of the Yamasee War, 1680-1730. Lincoln, NE ; University of Nebraska Press.

Ponce Vázquez, Juan José. 2020. Islanders and Empire: Smuggling and Political Defiance in Hispaniola, 1580-1690. Cambridge [UK] ; New York: Cambridge University Press.

White, Andrea Paige. 2002. “Living on the Periphery: A Study of an Eighteenth-Century Yamasee Mission Community in Colonial St. Augustine.” Williamsburg: M.A. tesis defendida en el College of William and Mary .

Wilson, Thomas D. 2015. The Oglethorpe Plan: Enlightenment Design in Savannah and Beyond. Charlottesville: University of Virginia Press.